Una masacre ha sacudido a Querétaro. Un comando armado irrumpió en el bar Los Cantaritos, en pleno centro histórico de la capital del Estado mexicano, y abrió fuego contra los comensales durante la noche del sábado. El saldo preliminar del ataque es de 10 personas asesinadas, siete hombres y tres mujeres, y por lo menos otras 13 lesionadas, entre ellas dos graves. Las autoridades anunciaron la detención de uno de los supuestos perpetradores y el aseguramiento de la camioneta con la que llegaron y abandonaron el lugar.
Las fuerzas de seguridad locales tuvieron conocimiento del ataque tras recibir una llamada a los servicios de emergencias después de las nueve de la noche. La Policía municipal señaló que al menos cuatro sicarios estuvieron involucrados en el ataque. Los sujetos llegaron con armas largas al bar, ubicado en la calle Circunvalación, una de las más concurridas de la ciudad, y dispararon contra los clientes.
Las imágenes de la cámara de seguridad muestran cómo los comensales buscaron refugio debajo de las mesas y trataron de huir de los disparos. El comando huyó de la escena del crimen, prendió fuego a la camioneta y la abandonó en el municipio de El Marqués, a unos 10 kilómetros a las afueras de Querétaro. Las autoridades identificaron las placas del vehículo y lograron localizarlo y recuperarlo. Otro video, que dura poco menos de dos minutos, captó el momento de la llegada y la fuga sin resistencia de los sicarios.
“Todo el sistema de seguridad de Querétaro está movilizado para dar con los criminales”, señaló el gobernador, Mauricio Kuri, pasada la medianoche. El mandatario estatal giró instrucciones para dar tratamiento a las personas heridas, atender a los familiares de las víctimas y prestar acompañamiento psicológico a los testigos. Kuri, que calificó este domingo lo sucedido como un “hecho sin precedentes”, ha pedido a la población seguir los informes oficiales para evitar el pánico. “Esto no lo podemos permitir”, zanjó.
Querétaro, a unos 200 kilómetros de Ciudad de México, no figura entre los Estados más violentos del país, pero colinda al oeste con Guanajuato, la entidad con más homicidios dolosos en lo que va de año, con más de 1.863 carpetas de investigación por ese delito hasta finales de septiembre. El Cartel Jalisco Nueva Generación y el Cartel de Santa Rosa de Lima libran desde hace unos cinco años una batalla abierta por el control del territorio, que ha sembrado el miedo entre la población. A finales de octubre estallaron dos coches bomba en los municipios guanajuatenses de Acámbaro y Jerécuaro.
“Reitero a la sociedad queretana que habrá castigo para los responsables de este acto brutal, seguiremos blindando nuestras fronteras y manteniendo la seguridad de nuestro Estado”, afirmó Kuri. Autoridades de los tres órdenes de gobierno se han desplazado al lugar de los hechos y continuaron los trabajos periciales para recabar evidencias y dar con los autores del ataque. La Fiscalía de Querétaro ha abierto una investigación, que ya recoge la información sobre la persona detenida y el vehículo recuperado.
Al menos cuatro grupos delictivos tienen presencia en Querétaro, de acuerdo con el analista de seguridad David Saucedo y mapas de la Secretaría de la Defensa Nacional. Se trata del Cartel Jalisco, el Cartel de Santa Rosa de Lima, los herederos de la Familia Michoacana y una mafia local que se dedica al huachicol, como se conoce localmente al tráfico de combustible. Algunas hipótesis del especialista son el llamado cobro de piso (las cuotas que imponen las organizaciones delictivas a los negocios para funcionar), frenar la venta de drogas de bandas rivales en esos puntos o “calentar la plaza”: cuando un cartel siembra el caos para menoscabar el dominio de otro sobre un territorio.
“La violencia de Guanajuato se transmite como virus a Querétaro, con los mismos grupos involucrados y el mismo modus operandi”, asegura Saucedo. Aunque Querétaro no es un foco rojo de la violencia, es un territorio clave en la geopolítica criminal de México. Saucedo refiere que es la retaguardia de Santa Rosa de Lima, donde se abastece de suministros, se recupera de los ataques y concentra a varios hombres. El Cartel Jalisco tiene mayor presencia en Guanajuato y el Estado de México, ambos colindantes con Querétaro, y busca controlar el Estado para unir esos territorios. Saucedo agrega que no hay visos de que sea un ataque directo porque que las imágenes muestran un paneo, ráfagas indiscriminadas de lado a lado en el bar, para alcanzar a la mayor cantidad de civiles posible. Ningún grupo del crimen organizado ha sido señalado por las fuerzas del orden. La Fiscalía tampoco ha planteado el móvil y quiénes son los autores intelectuales detrás del ataque.
Fuente: https://elpais.com